Un grupo de hackers ha lanzado un ataque cibernético con
objetivo el Pentágono del cual han podido sustraer terabytes de
información entre los que destaca el proyecto Joint Strike Fighter
valorado en 300.000 millones de dólares, el más caro de la historia del
Pentágono. Está relacionado con el nuevo avión caza F-35. Ha sido una
gran cantidad de datos robados gracias al uso de vulnerabilidades de
webs de algunos contratistas.
El diario Wall Street Journal ha hecho mención en el día de hoy del caso de robo de datos sufrido por el Pentágono. Los datos conseguidos, cuantificados en varios terabytes, tendrían información de los sistemas electrónicos y de diseño de contramedidas aéreas del F-35 Joint Strike Fighter.
Según fuentes internas al Pentágono los espías no pudieron acceder a
más información dado que el material más delicado se guarda en
ordenadores sin conexión a la Red.El diario ha afirmado que según declaraciones de personas informadas del problema la intrusión proviene de vulnerabilidades en las redes de dos o tres de los contratistas
relacionados con la construcción del avión de combate. En concreto
estamos hablando de los principales implicados en la fabricación de este
caza: Lockheed Martin, Northrop Grumman y BAE Systems.Según parece las Fuerzas Aéreas estadounidenses han empezado una investigación
al respecto y, aunque de momento no están claros ni los daños ni la
identidad de los atacantes, antiguos cargos han afirmado que espionaje
parecía provenir de China, algo que está por comprobar, y de momento no
son más que suposiciones.
F-35 Lighting II en vuelo de prueba sobre Texas
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